A medida que su estómago crecía, también lo hacía su incomodidad.Su vientre hinchado se apretaba contra el pañal, provocando una sensación de ardor.Adorando el roce, alcanzó sus pezones a través de la tela suave, encendiendo una respuesta ardiente.El placer alivió su incomotidad, convirtiéndose en un ritual reconfortante.