La belleza rusa Maria, una recién llegada al porno, comienza su escena de sexo debutando con habilidad. Satisface expertamente una polla palpitante antes de ser vigorosamente golpeada. Su insaciable apetito por el placer lleva a una recompensa facial. Pequeñas tetas, un coño recortado y un hambre por el sexo: este es el mundo de Maria.